Estos son algunos recomendados de mi consumo de información de las últimas semanas. También fui a la naturaleza. Siempre me he considerado un alma conectada al mar; sin embargo hice un viaje en el que descubrí el encanto del río. Escuché llover sobre el río y sobre el mar. Me bañé con agua de lluvia. Vi el encuentro del río y del mar. Vi colibríes, por lo menos seis al tiempo. No recuerdo la última vez que había visto un colibrí. Comí arroz de mariscos y pargo cocido al horno. Tomé vino de corozo y jugo de mango biche.
[NEWSLETTERs] Terminé las 5 entregas del boletín Reclaim you brain, de The Guardian, un producto para ayudarnos a mejorar nuestra relación tóxica con nuestros teléfonos inteligentes. Las recomendaciones me parecieron útiles, pero la newsletter no me gustó. Cada semana navegué entre información que no me parecía relevante para llegar a las tres cosas que me interesaban: What we’ve done, What to do this week, What’s next.
No entendí por qué necesitaba un saludo del editor y uno de la autora, tampoco me conecté con el diario de Rhik Samadder. Y las lecturas recomendadas las descubrí en la cuarta entrega cuando hice scroll a todo el diario de Rhik Samadde.
Lo más relevante que me dejó la newsletters fue que por primera vez hice el cálculo de cuántos días del año gasto en mi teléfono. La cifra no me pareció escalofriante porque desde hace tiempo cultivo rutinas de desconexión que, hay que decirlo claramente, en algunas temporadas sigo con más éxito que en otras. Sin embargo, hacer ese ejercicio me hizo pensar en mi uso de plataformas de streaming. ¿Alguien conoce alguna manera fácil de hacer el cálculo de uso de plataformas de streaming?
Para quiénes buscan reconfigurar su relación con la tecnología recomiendo estos recursos alternativos: Control Your Tech Use, está en inglés y es curado por el Center for Humane Technology. Tecnoestrés y enganche digital, está en español y es uno de los recursos de la campaña Mente en línea.
[NEWSLETTERs] Estas semanas exploré otra newsletter temática, seriada y atemporal. También de 5 entregas, con la diferencia de que las entregas se hacían en días consecutivos. Se trata de un curso de 5 días del líder espiritual Ram Dass para cultivar la paz y la presencia. Me gustó el contenido y el formato. Sobre el formato: una breve introducción, un audio y la transcripción del audio. Para quienes quieran explorar el contenido, aquí encuentran el enlace para inscribirse.
[LIBROS] Alterné entre tres libros físicos. Terminé Lo Viral. Leí algunos capítulos de Piensa como un monje, de Jay Shetty, un ex monje y motivador que comparte lecciones prácticas para mejorar la vida cotidiana, vivir con menos estrés y cultivar relaciones más saludables. Y empecé La quinta puerta, de Juan Camilo Cárdenas, Leopoldo Fergusson y Mauricio García Villegas, un libro sobre la educación en Colombia y sobre cómo está agudiza las desigualdades en lugar de remediarlas.
[INTELIGENCIA ARTIFICIAL] Leí el artículo For the first time, two Pulitzer winners disclosed using AI in their reporting, de Andrew Deck para Nieman Lab. Fui al Mini Lab: AI Tools for Research, con Nikita Roy, que ofreció ONA de forma gratuita. La programación completa de futuras jornadas del mini-lab se puede consultar aquí.
Compartí mi experiencia en The JournalismAI Academy for Small Newsrooms y Sabrina Argoub la llevó a este artículo: Breaking Barriers: The Impact of Spanish-Language AI Academy in Latin America.
[MISCELLANEOUS] Leí una reseña del libro Cómo dar una buena clase, de Salvador Gomez y José Cabeza, y quedé antojada del libro. Exploré los recursos de la newsletter The Product Compass.
De mi consumo cultural: terminé la cuarta temporada de Sex Education. La serie me parece un guiño a las personas que aparecen en nuestra vida para ayudarnos a evolucionar. También me hace pensar en que, a pesar de nuestras buenas intenciones, estamos poco preparados para ayudar a nuestros amigos en sus transiciones más difíciles. Seguí con Beef, de Lee Sung Jin. Me reí con la comedia La madre de la Novia, dirigida por Mark Waters.